Novedades en vacunas 2024

Se realizó un ateneo central en el Hospital Garrahan, en el cual se abordaron las actualizaciones sobre las vacunas contra el HPV (virus del papiloma humano), el COVID-19, el VSR (virus sincicial respiratorio) y el dengue, a cargo de la Dra. Adriana Parra (Jefa de Clínica especializada en Inmunizaciones dentro del Servicio de Epidemiología e Infectología de dicho Hospital).

En el ateneo central se desarrollaron las modificaciones de los esquemas de las vacunas contra el HPV (virus del papiloma humano), el COVID-19 y el VSR (virus sincicial respiratorio), y los avances en la vacuna contra el dengue (que de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación se encuentra en proceso de análisis para la implementación como estrategia integrada de salud pública).

Nuevo esquema de la vacuna contra el HPV

¿Por qué cambiar a la pauta de 1 sola dosis?

Hay evidencia científica de que si se aplica 1 sola dosis de esta vacuna (que previene el cáncer de cuello uterino) en niñas de hasta 20 años de edad, se logra una alta eficacia (se obtiene en un 97.5% la prevención de infecciones y lesiones premalignas). De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que se aplique 1 dosis.

En el año 2004 comenzó una investigación sobre estas vacunas: se aplicaron 1, 2 y 3 dosis, y a medida que transcurría el tiempo se controlaba qué ocurría respecto de la inmunogenicidad y eficacia. Transcurridos 10 años, la comparación de los cuerpos de las chicas que recibieron 2 o 3 dosis en contraposición con los que recibieron 1 sola, dio como resultado que aplicar 1 dosis alcanza porque es muy inmunogénica. 

La perspectiva desde la salud pública de aplicar 1 sola dosis es la siguiente:

1. Proporciona niveles altos y comparables de protección individual.

2. Es más eficiente.

3. Es más fácil de implementar; requiere menos recursos que un programa de 2 dosis.

4. Predice la llegada de forma más rápida a un mayor número de personas y la consiguiente protección colectiva, lo cual compensaría cualquier diferencia marginal teórica en la eficacia en comparación con 2 dosis. 

5. Tiene el potencial de evitar más casos de cáncer de cuello uterino.

Desde el 1 de enero de este año nuestro calendario de vacunas, según la edad de la población, quedó conformado de la siguiente forma:

  • De 11 a 20 años: se aplica 1 sola dosis.
  • De 21 a 26 años: se aplican 2 dosis, con un intervalo de 0 y 6 meses.
  • Inmunocomprometidos de hasta 26 años: se aplican 3 dosis, con un intervalo de 0, 2 y 6 meses (los mayores también se las pueden seguir aplicando). 
  • Pacientes con enfermedades reumatológicas: se aplican 3 dosis.
Vacuna contra el VSR 

Estrategia de vacunación en Argentina:

El surgimiento de esta vacuna se debe a que en un inicio fue suministrada a embarazadas, y de esa forma transmitida al feto. Las gestantes producen anticuerpos neutralizantes que le traspasan al feto cuya duración es de 6 meses (período en el cual aumenta el número de internaciones con mayor comorbilidades).

El Ministerio de Salud de la Nación la incorporó bajo la condición de que debe aplicarse un mes previo al inicio de la temporada de circulación del virus hasta un mes antes de su finalización, es decir desde el 1 de marzo hasta el 31 de julio de este año.

Se recomienda la vacunación a las madres gestantes (población objetivo) de entre 32 a 36 semanas, inclusive, a las cuales se les suministra 1 dosis única en cada embarazo.

Se puede coadministrar, en forma concomitante o independientemente del intervalo, con cualquiera de las otras vacunas indicadas durante la gestación (triple bacteriana acelular, antigripal y COVD-19), y está contraindicada solo en antecedentes de reacciones alérgicas graves a alguno de sus componentes o a algún excipiente (como el trometamol, clorhidrato de trometamol, sacarosa, manitol, polisorbato 80 y cloruro de sodio).

Vacuna contra el COVID-19

De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación (que se expidió por última vez el 26 de enero de este año) y la SAGE (grupo de asesores de vacunas de la OMS que se expidió en marzo del 2023), la hoja de ruta de la vacuna contra el COVID-19 se actualizó para reflejar que una gran parte de la población está vacunada, o se ha infectado previamente con el virus, o bien ambas opciones, y enfatiza la importancia de vacunar, incluso con refuerzos adicionales, a quienes están en riesgo de enfermedad grave, que son principalmente los adultos mayores, y a quienes poseen afecciones subyacentes (se establecen tres grupos de prioridad –alta, media y baja– basada en el riesgo de contraer una enfermedad grave y la muerte). Se recomienda la vacunación a personas (población objetivo) a partir de los 6 meses de edad que cuenten con al menos un esquema primario completo.

Esquema con la vacuna Moderna Bivariante

Según el grupo etario, se detalla el siguiente esquema con la vacuna Moderna Bivariante:

  • Personas de 6 meses a 5 años: el esquema primario son 2 dosis, y su refuerzo de 1 dosis.
  • Personas de 6 a 11 años: el esquema primario y su refuerzo es de 1 dosis. 
  • Personas a partir de 12 años: el esquema primario y su refuerzo es de 1 dosis. 

Esquema en personas con inmunocompromiso:

Las personas inmunocomprometidas deben contar con el siguiente esquema:

  • Personas de 6 meses a 11 años: deben tener el esquema primario (3 dosis con un intervalo mínimo de 28 días) y aplicarse un refuerzo (1 dosis con un intervalo mínimo de 4 meses).
  • Personas a partir de 12 años: deben tener el esquema primario (3 dosis con un intervalo mínimo de 28 días) y aplicarse un refuerzo (1 dosis con un intervalo mínimo de 4 meses).

Recomendaciones:

Desde mayo de 2023 rigen recomendaciones de refuerzos, según la estratificación de riesgo y el momento de la última dosis aplicada:

1. Riesgo alto de COVID-19 grave (personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida, gestantes, personas de 50 años y mayores): aplicar dosis de refuerzo 6 meses posteriores a la última dosis y continuar con igual periodicidad.

2. Riesgo intermedio de COVID-19 grave o alta exposición laboral a la infección por SARS-CoV-2 (personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras –enfermedades crónicas u obesidad–, personal de salud y personal estratégico): aplicar dosis de refuerzo 6 meses posteriores a la última dosis aplicada y continuar con dosis anuales.

3. Riesgo bajo de COVID-19 grave (entre 6 meses y 49 años inclusive sin comorbilidades): aplicar dosis de refuerzo 12 meses posteriores a la última dosis aplicada y continuar con dicha periodicidad.

Vacuna contra el dengue 

Las vacunas que existen en la actualidad contra el dengue son Dengvaxia (del Laboratorio Sanofi Pasteur), Qdenga (del laboratorio Takeda) y Butantan-DV (producida inicialmente por el NIH y Brasil).

La vacuna Dengvaxia está licenciada, fue aprobada en 20 países (como América del Norte y del sur y la Unión Europea) y se indica en personas de 9 a 45 años de edad (3 dosis: con un intervalo de 0, 6 y 12 meses), con infección previa por dengue confirmada por el laboratorio, y que viven en áreas endémicas. La vacuna Qdenga también está licenciada, fue aprobada por Indonesia, países de la Unión Europea, ANVISA, Reino Unido y la ANMAT, y se indica en personas de 4 años (Unión Europea y ANMAT) y 6 años (Indonesia) (2 dosis: con un intervalo de 0 y 3 meses). Y la vacuna Butantan-DV (producida inicialmente por el NIH y Brasil) no está licenciada (se encuentra en fase 3) y se indicaría en personas de 2 a 59 años (1 dosis).

Vacuna tetravalente contra el dengue Qdenga:

Incertidumbres:

El Ministerio de Salud de la Nación dice que la vacunación contra el dengue está en proceso de análisis para la implementación como estrategia integrada de salud pública, y subraya que nos quedan las siguientes incertidumbres:

  • En personas con 17 años y más, ¿existe correlación clínica de protección de respuesta inmune?
  • En el caso de las personas seronegativas (que nunca tuvieron dengue) que no estarían protegidas si circula el DEN-3 o DEN-4, ¿posee suficiente eficacia para prevenir el DEN-1 y DEN-2 sintomático?
  • Respecto del descenso de su eficacia clínica al año, se establece la necesidad de reforzar con una tercera dosis, lo cual está en estudio.
  • En personas mayores de 60 años no hay estudios de seguridad. 
  • ¿Existe validez externa de eficacia clínica contra hospitalizaciones (como criterio de valoración clínica)?.
  • No existen estudios de eficacia clínica en personas con comorbilidades.
  • Frente a una nueva epidemia de dengue en la Argentina, en el contexto de uso de la vacuna, reside la dificultad de que puede dar positiva una PCR en el vacunado, ¿cómo diferenciarla del que está infectado?

Recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones – CoNaIn (9 de noviembre de 2023):

La CoNaIn determinó que se debe considerar a la población adulta joven como destinataria de la estrategia, para ver el impacto en la carga de enfermedad, teniendo en cuenta que es la más afectada (hay una mayor incidencia en las personas de entre 25 y 34 años de edad), si bien no existen suficientes datos de eficacia en este grupo poblacional con Qdenga.

La mejor evidencia de esta vacuna es para la población de niños, niñas y adolescentes, de 6 a 16 años, por corresponder a países con áreas de alta transmisión de la enfermedad histórica (endémicos, como sucede con Brasil). 

En nuestro país, si bien la epidemiología regional de la enfermedad está modificándose, dicho grupo etario no resulta actualmente el más afectado, por lo que el impacto sanitario, económico y social de una estrategia de vacunación hacia este podría evidenciarse en el mediano y largo plazo (se debe avanzar en el desarrollo de estudios de efectividad y costo-efectividad en localidades de alta carga de la enfermedad). 

La Organización Mundial de la Salud (OMS):

La OMS, por su parte, recomienda que consideren la introducción de la vacuna en entornos de alta carga de enfermedad de dengue y un alto índice de transmisión para maximizar el impacto en la salud pública y minimizar cualquier riesgo potencial en personas seronegativas; en personas de 6 a 16 años, aproximadamente uno o dos años antes de la edad pico de incidencia de hospitalizaciones relacionadas con el dengue y en esquemas de 2 dosis con un intervalo de tres meses (introducción acompañada de un plan bien diseñado de estrategia de comunicación y participación comunitaria). 

Además indica que no puede descartarse el riesgo de presentación de casos de enfermedad potenciada de dengue por serotipos 3 y 4 asociada a la vacuna, en personas previamente seronegativas y que los países deben implementar estudios posautorización para evaluar la efectividad y monitorizar la seguridad de la vacuna para los serotipos 3 y 4.

Conclusiones
  • La simplificación del esquema de vacuna de HPV es una estrategia de mayor llegada a la población respaldada por los ensayos clínicos, para evitar el cáncer de cuello de útero y otros.
  • La vacuna de dengue deja varios caminos abiertos y cada jurisdicción, teniendo en cuenta el costo, la efectividad y los potenciales efectos adversos deberá plantear su implementación.
  • Debemos seguir actualizando la vacunación para SARS-Cov-2.
  • La nueva vacuna de VSR en gestantes puede cambiar el paradigma de los inviernos en los hospitales pediátricos y evitar en gran medida la morbimortalidad de los infantes con infecciones respiratorias bajas.
Vacunatorio del Hospital Garrahan

En el Vacunatorio del Hospital Garrahan se aplican vacunas (de lunes a viernes, en el horario de 08:00 a 15:00 horas) para toda la población pediátrica, embarazadas y convivientes de los pacientes inmunocomprometidos y personal de salud del Hospital Garrahan.

“En el Vacunatorio se administran vacunas contra el COVID-19, el HPV y el VSR. Le estamos dando la vacuna contra el HPV a todos los adolescentes con los nuevos esquemas y a nuestros huéspedes inmunocomprometidos con esquemas ampliados. Y respecto de la sincicial, la vacuna que más esperanza nos da para la prevención del virus, la estamos dando en embarazadas también, nuestra población incluye a las embarazadas porque indirectamente estamos vacunando al bebé”, explicó la Dra. Adriana Parra (Jefa de Clínica especializada en Inmunizaciones dentro del Servicio de Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan).

Fuente:

Dra. Adriana Parra, Jefa de Clínica especializada en Inmunizaciones dentro del Servicio de Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan (ateneo central en el Hospital Garrahan).